La Federación de Empresarios de la Rioja (FER) promovió un concurso para su nueva sede, dentro del nuevo parque empresarial de Logroño. El programa de la sede era muy complejo y se resolvió con un edificio rotundo, en torno a un gran vacío central sobre el que vuelcan, a diferentes alturas, las distintas oficinas, salas de reuniones,
despacho, etc. El diseño de la fachada se ajusta a las necesidades bioclimáticas y de respecto del medioambiente, mediante un muro cortina ventilado fotosensible. Solicité su colaboración a Tomás Domínguez, profesor de mi primera asignatura de Proyectos en el CEU de Arquitectura. Fue un bonito reencuentro.